domingo, 8 de febrero de 2009

MIEL SALVAJE

Conservo el sobresalto del renacer
volteo mis ojos y todo sigue ahí, es mas nítido
y no duele, quema pero no consume
las lágrimas de sangre se secaron

Conservo tu recuerdo del no puede ser
y duermo tranquilo recordando los poros de tu piel;
ese olor tuyo que ya no existe me quema,
se me acomoda el alma y tu sonrisa fantasmal
entibia mi oreja recorriendo lo que el sudor frió,
alguna vez tiranizo

Armonía calidoscópica recurrente de una realidad aceptada
emociones estridentes que dibujan un deseo
yo, corpóreo y etéreo, consumido y renacido,
con todos y conmigo.


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